COMPAÑERO CAÍDO

A voz compañero lejano,
trozo vivo de nuestra historia
arrebatado de las entrañas de una convicción,
al que no puedo llamar ausente
en tanto continúes viviendo en tu pueblo;
protestas, pronunciamientos y pintas no te dejan morir.

Eras vos compañero expresión de confianza,
la certeza de un futuro abonado con tu valiosa sangre;
sabia que ofreciste con valor y humildad
sin esperar galardones o glorias de falsos próceres.

Vos camarada, determinaste tu perfil;
ser uno mas pero distinto;
hermanado al sudoroso sufrir obrero,
acompañando campesinos en los caminos del Che,
encausando la rebeldía estudiantil.

Vos, hermano de la esperanza y energía del cambio
te volviste pieza vital en la transición necesaria;
tierra para todos produciendo el alimento suficiente,
milpa en flor cargando mazorcas de esperanzas,
vida nueva resquebrajando al viejo orden,
esfuerzo, sacrificio, revolución, ...amanecer.

Voz compadre, dejaste motivos egoístas de vivir
uniéndote a pensamientos maduros a golpes de miseria
afanado en construir sobre cimientos de sangre y fuego
el nuevo sol, del nuevo día, en la nueva vida.

A voz compañero y amigo,
compa cerrando filas contra la muerte sistemática,
bien pudiera dedicarte agradables canciones,
escribirte docenas de líricos y escandalosos versos,
elevándote monumentos que ofenderían tu memoria,
más no te haría feliz sin retomar tu compromiso,
un proyecto por el que pasaste a engrosar otro frente,
moviéndome a elevar mi grito junto a tantas voces,
pasando la consigna entre los que quedamos,

Por vos y para ustedes,
nuestra semilla de realización:
¡Compañeros caídos en la lucha!
¡Hasta al Victoria siempre!.

Daniel Joya
(escritos de guerra)