Unos años después de correr por las polvorientas calles elevando piscuchas y haciendo rodar aros, se juntaron como amigos, unos cuantos al inicio, recien saliendo del cascaron de la pubertad.
Los junto la historia, cada uno traía su idea de la vida, su explicación perfecta del sabor dulce del mango chilamate, del color negro de los zanates, del sabor del garrobo y los cusucos. Cada uno tenía la técnica perfecta para cazar conejos, con la hondilla de siete varas de hule. Cada uno amaba la paz y por eso optarion por ahcer la guerra.
Se juntaron ahí donde todos comprenden que falta mucho por aprender. Se juntaron y se hicieron amigos ahí donde la verdad te hace libre. Guardaron sus hondillas y las piedras caza conejos. Hablaron de los ranchos y los campesinos olvidados junto al camino del progreso y en sus mentes de niños tomaron compromisos de hombres; empuñaron historia y dispararon esperanza.
Dejaron de elevar piscuchas para hacer volar los sueños. Corrieron por las calles haciendo explotar trozos de esperanza, iluminaron la oscuridad de la noche con ráfagas de sueño trazando el rumbo de una mañana que se anuncia. Entendieron que lo urbano demandaba de acción, coraje, la formacion de sus propios comandos.
Sus puños se elevaron agitados, junto ha cientos de otros que se levantan aun, trazando un camino rumbo al cielo en busca de paz y justicia. Los compromisos tomados en sus mentes de niños, a pesar de unirlos los separaba en el cumplimiento de tareas concretas para hacer sentir en una ciudad de oriente la presencia de nuevas ideas, que toman a los demás como personas con derechos.
Este cumplimiento de tareas hizo que Nelson, Daniel, Leyton y otros de su estructura, no estuvieran junto a Miguel, cuando voló con los trozos de esperanza. Su sustancia se esparció junto a luz que corto en pedazos la noche y lo ilumino todo. Regados por todos lados sus conocimientos de la vida, sus técnicas para cazar conejos y el gusto por el garrobo.
De Miguel solo quedo los colores de las piscuchas que elevo corriendo por las polvorientas calles de su cantón. Los compromisos hechos sueños en los puños de todos. Nos legó a todos su ejemplo, su cumplimiento de obligaciones. Miguel dio el salto de calidad con total entrega.
Si en un último momento comprendió aquel inicio del fin, con seguridad se porto valiente, confiado y orgulloso de su amigo de seudónimo Sergio y de los otros, que aun niños tenían compromiso de hombres. Hombres de los que no se quiebran como los cristales, de los que siguen a pesar de lo difícil del camino, hombres que no venden el mañana de todos por unas monedas.
De Miguel nos quedo ese espacio vació incapaz de ser llenado. Nos que do la presencia entrañable de un amigo que se adelanto a la muerte, de los que merecían mas que muchos estar aquí, en estos días de victorias y de inolvidables luchas.
Por Miguel, por Carmelo tirro, Otto, Leandro, Gerardo, Jorge, y por todos los nuestros que iluminaron nuestro camino con colores y sonrisas seamos valientes en los compromiso de hombres que hicimos cuando aun éramos niños.
Francisco Pereira
1 comentario:
Gracias por no olvidar a "migue"
el fue la voz del que no hablaba y el fusil del indefenso
Gracia migue por dar tu vida a cambio del cambio. y aunque no estes aqui vives en el corazon de todos los que tubimos el privilegio de conocerte
Publicar un comentario